martes, 9 de febrero de 2010

Para Sofia

Porque un suspiro levemente tras la oreja, acompañado de un beso suave, y la decidida mano acariciando la espalda

Te pone la piel de gallina, y suspiras con los ojos cerrados. Impotente al no poder abrirlos

Una fuerza extraña recorre por el interior de tu cuerpo exaltando tu sentido y diciendo no para.

de repente relajas la boca, enrabiando los ojos,

Estas relajada

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